UNA HISTORIA TREPIDANTE …. MUROS Y OTRAS FRONTERAS febrero 3, 2018 – Posted in: El Rincón de la Cultura

“TODO LO QUE GANAMOS CUANDO PERDIMOS TODO”

Entre tanto hormigón, puentes, cálculos,… tiene que haber un hueco para la cultura. En este post pasamos un rato con Eduardo Verdú, el autor de uno de los libros del año.  Su obra “Todo lo que ganamos cuando perdimos todo” acaba de salir al mercado con unas grandes críticas, que le auguran un exitoso recorrido. El polifacético Eduardo saca en este libro lo mejor de su faceta escritora que compatibiliza con su actividad como periodista y músico. En esta distendida entrevista nos acerca a su obra.

 

Como sabes, Eduardo, este blog está enfocado al mundo de la construcción, un sector un poco “rarito” de ingenieros, arquitectos, aparejadores, geólogos, topógrafos,… por tanto puede que esta entrevista sea algo atípica.

“Todo lo que ganamos cuando lo perdimos todo”, tu nueva novela, acaba de salir al mercado y parece un soplo de aire fresco en el género. Si tuvieras que definir con un adjetivo tu libro, ¿Cuál elegirías? Ya sabes que en nuestro sector somos muy de sintetizar…

Emocionante.

 

Veamos en este video cómo has presentado tu libro:

 

La palabra “muro” para nosotros es una palabra positiva, es una solución muy versátil, sirve para sostenimiento de tierras,… vaya, que nos facilita la vida. En cambio en el video que acabamos de ver su significado parece muy negativo,… Tras haberte adentrado en este mundo de las dos Alemanias, ¿Qué significado tiene ahora para ti esta palabra?

Muro sigue teniendo una connotación negativa para mí (salvo si pienso en el disco de Pink Floyd). La labor de documentación que llevé a cabo antes de escribir la novela reavivó mi aversión a las fronteras y muy especialmente a las forzosas, como la que sufrieron los berlineses durante la Guerra Fría.

 

En esta web tratamos temas relativos a la internacionalización, a un mundo global, sin fronteras. La historia transcurre en un tiempo y un lugar donde la situación es totalmente contraria, y ahora vivimos momentos en los que se vuelve a hablar de levantar muros. ¿Crees que tu novela pueda ayudar a darnos cuenta de los momentos tan duros que provoca esta división?

Sí. Leyendo mi novela podemos reflexionar sobre el daño que causó la división de las dos Alemanias. Hoy, treinta años después de la caída del muro de Berlín, podríamos pensar que el mundo aprendió de la crueldad y el sinsentido de levantar murallas que separen a las personas. Sin embargo el muro de Gaza o la voluntad actual de Donald Trump de erigir otra gran pantalla fronteriza con México nos revelan que el odio y el separatismo siguen poniendo un ladrillo encima del otro.

 

El fútbol mueve al pueblo, es el deporte rey, tanto en España como en el mundo, ¿Cuál es el objetivo de elegir como protagonista a un futbolista célebre del momento?

Más que elegir a un futbolista para escribir la novela escogí a un hombre insólito, a alguien que se atrevió a fugarse de un país represor, que abandonó a su mujer y a su hija pequeña en busca de la libertad poniendo en peligro su vida y la de su propia familia.  Me sedujo la historia de Lutz Eigendorf y el propio personaje, pero me habría parecido igual de interesante si se hubiese tratado de un geólogo o un topógrafo.

 

 

Para terminar, Eduardo, en un momento en que el mundo está tan enganchado a las redes sociales, internet, videos, … ¿Crees qué podemos encontrar en tu novela algo que realmente haga a tus lectores sentirse de nuevo “vivos” con un libro?

Lo que nos hace sentir vivos son las emociones, y esas las podemos encontrar tanto en un videojuego como en una novela. Es cierto que mientras en un videojuego o una red social somos nosotros quienes penetramos en ese mundo virtual, cuando leemos un libro es éste quien se mete dentro de nosotros. Por eso las historias escritas tardan mucho más en abandonarnos, porque las sensaciones que provocan en nuestro interior no son sólo flashes, sino potentes sentimientos que nosotros, con nuestras emociones y vivencias previas, terminamos de completar. El forjado entre un libro y su lector da como resultado una arquitectura perfecta.

 

Muchas gracias, Eduardo, por tu tiempo en estos ajetreados días de presentación de tu novela. Sólo desearte que sea todo un éxito y ya sabes que aquí, en este web, tienes tu casa para compartir cuando quieras un rato con nosotros, en el “gris” sector de construcción.