1,2,3 hablar: Tienes que creértelo abril 29, 2020 – Posted in: Formación – Tags: ,

Llegamos al final de estas 6 claves para mejorar nuestro mensaje. Empezamos, hace ya unos meses con 1.- Conoce el tema como conoces a tu familia. – Donde, y aunque parece obvio, decíamos que tenemos que conocer lo más posible sobre tema a tratar, porque eso no solo nos permitirá desarrollar correctamente nuestra intervención, sino que además nos dará seguridad en nuestra exposición. 

En la 2ª clave – Ten claro el objetivo y apóyate en un guion. – Te animábamos a no comenzar tú presentación si no eres capaza de escribir en una frase cual es el objetivo que persigues y diseñar luego un guion que nos conduzca por nuestro caminar sin contratiempos y sin olvidarnos de nada importante a reseñar. 

Más tarde en la clave 3.- Empieza bien y termina mejor. – Vimos la importancia de los 4 primeros minutos y como conseguir ir “enganchar” sucesivamente a nuestra audiencia, así como encontrar la forma de finalizar, si es posible aún mejor, dejando un buen recuerdo en nuestro auditorio. 

En la clave 4.- Cuida la voz, la expresión y la exposición. –  Desarrollamos todo lo que tiene que ver con la exposición del discurso, la expresión bocal, y el manejo de la expresión corporal. 

Con la clave 5.- Nosotros somos los protagonistas, los medios auxiliares nuestros colaboradores. – Aprendimos a mejorar el manejar de los medios auxiliares y evitar que nos quiten protagonismo a pesar de su magnífica colaboración. 

Y para terminar nos queda la última clave, la 6.- Y, para terminar: tienes que creértelo. – 

Si has preparado los puntos anteriores ahora es el momento de ponerlo en escena y ahora viene el momento de interpretar y de hacer creíble esa historia, como esta que te cuento a continuación.

Hace ya algún tiempo un amigo, miembro de un grupo, nos invitó a unos cuantos amigos a ir a la Feria de Abril en Sevilla. Pero antes nos advirtió que si queríamos asistir deberíamos de tomar unas clases de sevillanas para no hacer el ridículo y no estar como pasmarotes en la caseta de la que era socio. A regañadientes lo hicimos y dimos unas cuantas clases intensivas de sevillanas. Cuando llegó el momento de la Feria allí nos presentamos con nuestro conocimiento teórico del tema, Al poco rato se corrió la voz de que iba a venir a bailar Juanillo. Parecía que tenía gran aceptación porque era un gran bailador de sevillanas y todas las mujeres de la caseta se apresuraron a apuntarse para poder bailar con el tal Juanillo. Al poco rato apareció “el figura”, de corta estatura, mal encarado y bajo un enorme sombrero cordobés. En cuanto empezó a sonar “la primera” Juanillo se enfrentó a la primera bailaora haciendo como con un gesto de estreñimiento. Nosotros, parapetados en la barra del bar esperábamos aprender e intentando seguir visualmente los pasos que nos habían enseñado en la academia. Pero Juanillo no hacía nada de lo que pensábamos que era lo ortodoxo. Casi no se movía de la baldosa, capeaba con el enorme sombrero, y cada vez parecía más estreñido. Sin embargo, el público que abarrotaba la caseta le vitoreaba y le aplaudía en cada uno de los lances. 

Hasta mucho más tarde no comprendimos que Juanillo si sabía bailar sevillanas, pero Juanillo las interpretaba al igual Picasso descomponía su obra después de dominar perfectamente la técnica pictórica. Juanillo no solo comunicaba, sino que llegaba a los sentimientos de los que como él sabían que tenía una técnica que podía descomponer. 

Práctica, ensaya tú intervención, aprende la técnica básica, como las indicadas en estas claves y otras muchas que puedes aprender y cuando estéis preparados interpretar tú discurso. Con el tiempo podrás hacer como Juanillo o como Bill Gates hacía en sus intervenciones. Interpretan su discurso de una forma memorable, porque poseen toda la técnica, dominan el tema a exponer y son capaces no solo de comunicar, sino de emocionar a su auditorio y por lo tanto tienen derecho a…… creérselo.