1,2,3 hablar: Objetivo claro y un buen guión julio 22, 2019 – Posted in: Formación – Tags: Construcción
Una idea clara, saber a quién nos dirigimos, marcar unas pautas en nuestra presentación… Estos son pasos fundamentales para que nuestro momento sea un éxito. Vemos de la mano de Emilio Gómez Rojo la relevancia de estos puntos claves y cómo prepararnos para que nuestra audiencia viva una experiencia única. ¡No te lo pierdas!
En un post anterior (29/05/2019) habíamos comentado las 6 principales claves que entendemos son primordiales para triunfar en tus presentaciones en público y recordamos que son:
1.- Conoce el tema como conoces a tu familia.
2.- Ten claro el objetivo y apóyate en un guion.
3.- Empieza bien y termina mejor.
4.- Cuida la voz, la expresión y la exposición.
5.- Nosotros somos los protagonistas, los medios auxiliares nuestros colaboradores.
6.- Y, para terminar: tienes que creértelo.
En el post del día 26/06/2019 desarrollamos la clave1.- Conoce el tema como conoces a tu familia: En el mismo y como resumen, decíamos que, en lugar de lanzarnos al PowerPoint, o herramienta similar, deberíamos comprobar si conocíamos el formato en que se iba a desarrollar nuestra intervención ya que de ello dependería una u otra preparación, así como de una diferente puesta en escena. También deberíamos hacer un filtraje y seleccionar la información de mayor calidad, y por ultimo deberemos establecer claramente cuál es nuestro objetivo a cumplir, antes de pasar a la siguiente clave, que desarrollamos hoy:
2.- Ten claro el objetivo y apóyate en un guion.
Si hemos cumplimentado bien el primer punto tendremos un montón de información que, aunque hayamos seleccionado no estará aun ordenada. En el símil “conoce el tema como conoces a tu familia”, dijimos que podíamos estar hablando dos horas o más sobre nuestra familia, ¿pero seriamos capaces de hacerlo de una forma ordenada? Y eso que una familia tiene una estructura ordinaria que nos indica la secuencia de nuestros antepasados hasta llegar a nosotros mismos: bisabuelos, abuelos, padres, hijos y así sucesivamente. Por eso debemos estructurar nuestra información para que sea entendible por nuestro auditorio de una forma adecuada.
Y ahora empecemos a fabricar nuestro guion. Lo mejor es ponerse delante de un folio en blanco y empezar a estructurar nuestra información.
Una manera es definir grandes capítulos, como el índice de un libro, y luego ir clasificando la información por afinidad en cada uno de ellos.
Otra manera es echar mano de los clásicos y preparar nuestra presentación en tres actos, como las obras de teatro, las películas o algunas obras literarias. El primer acto estará dedicado a la presentación, con una breve exposición de lo que vamos a narrar. El primer acto se suele dividir a su vez en tres partes (presentación, el evento y la iniciación al problema). En el segundo acto o nudo se desarrolla el problema, se indican las acciones y es la parte donde se aportan datos, estadísticas y toda la información que sea necesaria conocer. El tercer acto o desenlace tiene por finalidad llegar a una solución, aportar una idea, dando una opinión o haciendo un resumen y terminando con los agradecimientos que correspondan.
Pero los que mejores guiones hacen, que son sin duda los guionistas profesionales de cine o series televisivas, suelen emplear una técnica basada en 5 pasos. En las primeras escenas nos enseñan el entorno donde se va a desarrollar la acción y donde de momento no pasa nada interesante, es el denominado mundo ordinario. Pronto ocurrirá algo inesperado y extraordinario que hará que aparezca el protagonista y que se denomina primer punto de giro, a partir de entonces al protagonista le ocurrirán cantidad de vicisitudes que tendrá que resolver heroicamente. Pero aún habrá un momento donde la historia se tambalee y que es el denominado peor momento, hasta que inesperadamente en el llamado segundo punto de girohay una solución definitiva que hace que todos los problemas se solucionen y se llega al clímax para finalizar la historia.
Podemos observar este tipo de guiones narrativos en muchas series televisivas, donde el esquema se repite y solo se cambia a los actores o la localización de un capitulo a otro.
Aunque parezca algo peliculero este esquema se emplea en reuniones de negocios para situar primero al auditorio y meterle en el tema, para seguidamente presentar un problema complejo con todas sus aristas e inconvenientes y para finalmente indicar como hemos sabido encontrar una solución ingeniosa o eficaz al proyecto. Un tipo de guion que me parece muy funcional y que recomiendo, es usar en media cuartilla, el esquema de los mapas mentales. Los mapas mentales, parten de una idea central y van desarrollado, en diferentes ramas, cada una de las partes importantes de nuestro discurso. Hay que interpretarlo en el sentido de las agujas del reloj, pero eso sí, debemos poner solo palabras o frases muy cortas que nos den pie a poder desarrollar el tema ante el auditorio. Si salimos a escena con muchos folios es imposible que podamos consultar ningún dato sin interrumpir el discurso coma, eliminar punto. mientras que, con el mapa, con cierta práctica, encontraremos de un vistazo como continuar desarrollando el discurso sin temor a dejarnos algo en el tintero.
Aquí dejo un ejemplo sobre una presentación de 30 minutos a un grupo de personas extranjeras para darles una primera impresión de España.
Una vez que ya tenemos estructurado nuestro guion en papel, es el momento de decidir cómo lo vamos a presentar. ¿Es más adecuado que lo narremos, o que lo leamos? ¿Nos vamos a apoyar en algún medio auxiliar, Power Point, Keynote, Prezi, Google Drive? ¿Usaremos una pizarra o un atril? Ningún medio es mejor que otro, lo que habrá que pensar es en cuál es el más adecuado para esa presentación en concreto, pero siempre hay que recordar que son nuestros ayudantes y no nos pueden quitar protagonismo.
Tener el objetivo claro y desarrollarlo en un guion, nos aportará seguridad y es la base que nos da paso a la siguiente fase; la interpretación de nuestra presentación.
Emilio Gómez Rojo